Descripción
Así como los mandamientos, códigos y preceptos del Antiguo Testamento están condensados en observar el Shabbat, la esencia del plan de Dios en el Nuevo Testamento la encontramos en la cápsula: «Sean misericordiosos, como su Padre celestial es misericordioso» (Cf. Lc 6,36). Para cumplir este sueño de Dios contamos con un maravilloso cuerpo docente de diez animales que son más misericordiosos que muchos humanos. Esta decena de «buenos samaritanos» ha promulgado el Decálogo de la Misericordia.
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